La lucha de las máquinas contra la naturaleza

Como sucede desde hace un tiempo, apenas comenzado el nuevo año se largo una nueva edición del Rally Dakar por territorio sudamericano.  Ya es la octava que recorre estas geografías, sin embargo esta vez la carrera atravesará sólo regiones de Argentina y Bolivia ya que los gobiernos de Perú y Chile decidieron no ser de la partida frente a la fuerza del fenómeno climatológico  de “El Niño".  

El Dakar 2016 comenzó con una accidente grave ocurrido el fin de semana pasado en la localidad de Arrecifes, provincia de Buenos Aires: un auto se despistó y dejó doce heridos que se suman a los cientos que ya tiene esta carrera, más los sesenta y tres muertos que cuenta en su haber. Un triste récord.

Los Verdes venimos señalando la necesidad de abandonar este tipo de competencias por su alto impacto ambiental y por los riesgos de vida a los que se expone a corredores y público. El Rally Dakar despliega una estructura que insume recursos vorazmente,  contamina y arrasa con el patrimonio paisajístico, arqueológico y cultural de los lugares por donde pasa. 

El Dakar representa la lucha de las máquinas contra la naturaleza, valores totalmente opuestos a los que nos propone la sustentabilidad. Generar un cambio cultural con mayor respeto por el ambiente y las culturas locales implica dejar estos eventos atrás.

Es preciso construir otra manera de relacionarnos con las personas y con la naturaleza para enfrentar los desafíos ambientales de este tiempo y esta carrera representa la antítesis de esta idea. #NoalDakar. 

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